viernes, 8 de marzo de 2013

De la fatalidad

Es un pájaro que vuela
 bajo un techo de cristal,
el sol le pone moreno,
pero no puede escapar.

Es del odio buen compinche
le gusta arrimarse al mal,
cuentan fuentes fidedignas
que no bebe pa' olvidar.

Y sonríe a las señoras
que lo miran al pasar, 
incansable putañero, 
su mamita hizo algo mal.

Si no puedes ver el sol
 al no dejar de llorar,
te regalo mi mirada,
pa' ver la luna y el mar.

No ha llorado nunca por desamor
no ha bailado ni una sola canción.
Si le miras fijamente, se te quiebra la mirá.
Es el hijo predilecto de la infelicidad,
vástago de la fatalidad.
Enemigo inconsumible de la moralidad,
vástago de la fatalidad.

Se arraigó en las mil raíces
 que no pudo conservar,
se aferró a todas sus novias,
 resultó ser ilegal.

Desde cumbres indolentes
 a ciudades de cristal,
ha vivido mil historias,
 ninguna pudo acabar.

Si está huyendo y le preguntas
 a dónde se cree que va,
te dirá, triste sonrisa,
 que no entiende qué hizo mal.

No ha llorado nunca por desamor
no ha bailado ni una sola canción.
Si le miras fijamente, se te quiebra la mirá.
Es el hijo predilecto de la infelicidad,
vástago de la fatalidad.
Enemigo inconsumible de la moralidad,
vástago de la fatalidad.

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