domingo, 31 de marzo de 2013

Exteriorización del cuerpo astral

Y si al despertar
no estuviera ahí
y solo escucharas
ecos de mar, 
olas que surgen de olas al sucumbir.
Piensa que esta vez
salí a recorrer
los muchos confines
que sin duda hay
fuera de esta isla, tu amor y tu bien.
Que un mundo completo recorro a cambio de ti.
Eso dijiste y yo no lo quise oír.
Eso dijiste y yo no lo quise oír.
Eso dijiste y yo...

YO SOÑE Y SOÑÉ UNA TEMPESTAD

EN UN BARCO EBRIO GUARDADO EN CRISTAL

EL MAR EMBRUJADO DABA MARCHA ATRÁS
EN UN REMOLINO DE MÁQUINAS DE LAVAR.

Cuando desperté
después de aquel sueño
de años y años,
quizá más de cien
oscuro era el pozo
donde me encontré,
y en sus dulces aguas
yo solo veía
fugaces reflejos que quise creer de ti.
Así que yo trepé
por la rama cruel
de la flora espina
que bebía en él,
buscando una esfera
de luna y tu piel
magnética luz
de estrella distante
latiendo hacia el mundo,
bajo ella busqué y busqué...

Y TODO ES UN CICLO SIN CENTRO Y ELEMENTAL,
DE ESFERAS SIN NOMBRE DE UN BRILLO TAN MINERAL.

Y el mundo un imán absurdo si tú no estás.
Un mundo absurdo y lejano

Si tú no estás.

Abel Hernández, El Hijo

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