jueves, 9 de mayo de 2013

Los abrazos suicidas

Nos daremos los abrazos más suicidas
en tormentas de consuelo y de placer,
en los rastros temblorosos de otras vidas,
en sonrisas dibujadas
sin mirar y sin querer.

Perderemos la conciencia y los recuerdos,
añorando los silencios del ayer,
destrozando todo a base de venenos,
disfrazados en cubatas
de ginebra o de ron miel.

Ves que aquí se ha hecho tarde,
que anochece más temprano cada vez.
Ves que quise engañarte,
que pude olvidarte,
pero estás hecha de venas de papel.

4 comentarios:

  1. ¡Yo he venido aquí a reírme! ¡A hacer poesías preciosas a otra parte, duuh!

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  2. Si te digo la crítica que ha hecho mi madre del poema...

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