Y si te vas por la noche procura hacer ruido,
y así me despierto, te miro y me cuido
luego a la mañana, al no oler tu esencia,
de buscarte aquí.
Eres piedra en mis riñones,
me duele un pulmón cada vez que toses,
rompo los espejos a base de coces
si cuando te miras no te reconoces.
Subo y me caigo si vuelvo
y encuentro que tienes otro novio nuevo,
y a mí me la suda, o eso es lo que digo,
pero mi pulmón se transforma en mendigo.
Y si volvemos a vernos
y tú ya no tienes mi corazón viejo,
toma este que es nuevo, y está sin usar,
cuidao que se rompe si lo coges mal.
Seré así vertederos del alma,
observe que aquí,
hay conspiraciones de feos en llamas,
y la esperanza del crío que hay dentro de mí.
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