lunes, 1 de abril de 2013

Camino a L.A.


Hace tanto que perdí la calma, 
que encontré la rabia esperando 
no tenia ninguna prisa, sería una orgía en el barro. 

Bájame el pantalón, saca el hambre atroz 
escúpeme en la pena 
me enseñaste una vez que el dolor es mejor si genera dolor. 

Tú, que no tienes la culpa de ser como tú 
que no rompiste un plato, querías jugar. 

Quisiera reventarte bajo mis pies, 
quisiera volarte la tapa de los sesos, 
bañarme con tu sangre, beberme tus excesos 
no dejaré que nadie te salve del infierno. 

Pedirán perdón los que crean que merecen absolución.

Tus noches únicas van de la mano de mis noches turbias 
no hay dignidad en tu forma de mirarme. 

Quisiera poder ponerte encima de la mesa 
quitarte el uniforme, abrirte bien las piernas 
las cartas boca arriba, mis manos en tu lengua 

Pedirán perdón los que crean que merecen absolución.  
Pedirás perdón pero nunca tendrás mi absolución.

Zahara


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