martes, 23 de abril de 2013

Ella

      Se ha desayunado sus recuerdos. Se ha follado sus aspiraciones. Se lo ha arrancado todo de sus manos temblorosas y lo ha convertido en polvo. El pasado queda en nada. El presente queda en nada. El futuro huele a nada. 

      ¿La vida es bella? ¿¿La vida es bella, gilipollas?? La vida es una zorra sádica. La vida toma algo hermoso y lo convierte en putrefacción. Lo reduce a fotos polvorientas y memorias ajadas. Me está quitando algo tan, tan inmensamente importante, que me destroza las entrañas. Que no me deja vivir. 

      ¿Qué ha cambiado en mí? ¿Qué me ha pasado? La pregunta. Esa pregunta. ¿Merece ahora la pena el simple hecho de intentar ser feliz? ¿Merece el esfuerzo?
Nadie me responde, pero ya sé que no. No valen la pena las sonrisas. No valen la pena las mentiras, los bailes, las estupideces, todo aquello que no es si no un fútil intento de ser feliz. Si alguna vez lo soy, no será por méritos propios. No vale la pena nada.

      ¿Y sabes qué es lo peor de todo? Que se va a morir. Que se está muriendo, y esta vez no podemos hacer nada.

     

      No me la quites, por favor. Aún es pronto. Aún no estamos preparados. Me la quieres quitar y no estoy preparado. ¿No entiendes que es nuestra? ¡No deberías tener ningún derecho sobre ella! 

¡¡¡NO DEBERÍAS PODER DECIDIR POR NOSOTROS, GRANDÍSIMA HIJA DE PUTA!!!

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