martes, 24 de junio de 2014

Eras arte

      Qué bien huelen las flores del jardín. Qué bien hueles tú. Qué facilidad para hacer de ti misma un arte. Qué incapacidad para encontrar el límite y evitar rebasarlo. Qué difícil, todo esto. Qué difícil.
      Antes era tan sencillo encontrar la inspiración, saborear tu perfume de frutas del bosque, admirar tus florituras de musa y deleitarse con tus ojos de Edén... Antes todo era tan fácil como hermoso. Pero, amor mío, has cambiado. Has cambiado tanto que ya no puedo reconocerte. Has cambiado tanto que ya no quiero saborear tu perfume de frutas, que tus ojos de Edén ya no me deleitan, que tus florituras ya no me producen admiración. Has cambiado tanto, mi amor, que ya no eres tú misma.
      He decidido resignarme y arrancarte de mi piel como una costra roñosa. No será difícil, ya no eres arte. Aunque lo fuiste una vez. Qué pena, amor mío, que pena.

1 comentario: