miércoles, 19 de febrero de 2014

La piel arañada

      Es cierto que hace mucho tiempo que nos vemos quebrados y ajados. Es cierto que nos dimos de bruces con la realidad años atrás, cuando aún no sabíamos lo mucho que nos marchitaríamos. Es cierto que lo dejamos todo de lado por una falsa verdad, un espejo sucio que nos impedía ver más allá de nuestros propios rostros. Me pregunto cuánto tiempo nos queda antes de que las arrugas nos consuman. Poco, me temo. Muy poco, me temo. Pero eso ya no importa. Ya no me incumbo. Ya no os incumbís. Estaremos aquí por los siglos de los siglos. Tendremos toda la eternidad para desempañar el cristal. Las arterias secas y el corazón de madera. Los ojos vacíos y los huesos de cristal. La sangre pétrea. La piel arañada.


1 comentario: