viernes, 7 de junio de 2013

Diosa

No me temas, quédate,
no te largues, fíate.
No he matado a mis demonios,
ni los niños están bien.
Mi mirada es enfermiza
y se me pudre la piel.
Yo estoy hecho de desgarros,
tú aún añoras el ayer.
No encajamos en el puzle,
nada de esto saldrá bien.
Pero rascaré la suerte,
No me temas, quédate.

Compraremos las aceras
para así no compartir
nuestro amor de quinceañeras
y las ganas de vivir
en un pisito vacío,
solo para ti y pa' mí.
No recuerdo qué es lo que he sentido
 si te vas de aquí.

Borracha de amor y whisky,
decides no discutir,
pero en tu interior te arañas,
"Ay, desgraciada de ti,
no saldrá como tú quieres,
esto no saldrá así.
Disfrutemos mientras puedas
antes de que llegue el fin."

Y compramos las aceras
para así no compartir
este amor de quinceañeras
y las ganas de vivir
en un pisito vacío,
que está cerquita de aquí.
No recuerdo qué es lo que he sentido
si te vas de allí.

Perdimos el equilibrio,
se rompieron las cadenas.
Empezaron los enfados,
se olvidaron las promesas.
Enraizaron los rencores,
y la ira contenida
abrió paso a las putadas,
que es lo que mueve la vida.

No compramos las aceras
ni quisimos compartir
ese amor de quinceañeras
y las ganas de vivir
en un pisito vacío,
solo para ti y pa' mí.
Y olvidamos qué es lo que sentimos
tras irnos de allí.

1 comentario: