viernes, 27 de febrero de 2015

La sonrisa

      Tú y yo nacimos juntos y así es como vamos a morir. Juntos. Siameses. Perdidos. Un accidente, una triste casualidad que no ha dejado de apuñalarme las entrañas ni durante un minúsculo segundo de mi vida. El asco es terrible. Náuseas y días de romper nudillos y paredes. Pero te voy a matar. Te acabaré matando. Te arrancaré de mí cuando no pueda más. Y no te echaremos de menos. Ni yo, ni nadie. Es cierto que también yo estaré muerto para entonces, pero muerto con una sonrisa. Una sonrisa imbécil y real. Así me despediré de ti. Así me desharé de tu puta malicia. Así terminaremos, como tú siempre quisiste. Muertos y sonrientes. Mi siamés. Mi criatura. Mi yo.

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