La vida de las moscas

Es una tela de araña que nos inmoviliza. Es una red de hilos casi invisible que intentamos evadir, pero que, tarde o temprano, nos atrapa. Hagamos lo que hagamos, caemos en la telaraña. Languidecemos en ella, sin posibilidad de escapar. Es ella también la que nos conduce a la muerte. Moriremos en ella, en la misma tela de araña en la que hemos vivido. Caemos en ella, como moscas. Y morimos en ella, como moscas.

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Esa es. Esa es la horrible, angustiosa, premonitoria verdad. Es la telaraña. ES LA PUTA TELARAÑA. No te permite elegir, no te permite escapar. Te oprime. Te conduce, directo e imparable, hacia la araña. Hacia la muerte certera. 

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La vida, joder. La vida es la puta telaraña. Intenta huir, gilipollas. Intenta escapar de ella. Intenta evitar que te mate. No puedes, gilipollas. La vida es la telaraña.

LA VIDA DE LAS MOSCAS ES A SU VEZ LA MALDITA TELARAÑA.